Les invitamos a un tour rural por algunos de los pueblos con más encanto de nuestra geografía. No están, ni muchísimo menos, todos los que son, pero sí aparecen algunos de los más bellos. Porque este año invita a quedarse en casa y a redescubrir la tierra, y así lo ponen de manifiesto las reservas en alojamientos rurales y apartamentos turísticos.
Unos tienen playa, otros están enclavados en las faldas de montañas, pero todos tienen algo en común: su encanto. Vamos con ellos.
San Martín de Trevejo, Cáceres
Está enclavado en la Sierra de Gata, muy cerquita de Portugal, y ese entorno ya es garantía de unas estupendas rutas senderistas. Por si fuera poco, tiene lengua propia, La Fala, que sus locales se empeñan en mantener con orgullo (fue declarada Bien de Interés Cultural en 2001). Más cosas curiosas: su preciosa arquitectura (fíjese en puertas y las vigas de madera de los primeros pisos de muchas viviendas).
Además, sus calles tienen regatos de agua limpia y cristalina (que están en todo su esplendor en invierno). Y ya, si le unimos la gastronomía, tenemos el combo perfecto para unas perfectas vacaciones.
Roda de Isábena, Huesca
Nos vamos a la otra punta de la geografía, a Huesca. Si uno necesita silencio, aquí es donde tiene que venir: el valle que lo rodea y que se ve desde sus miradores es imponente. Y tranquilo, tanto que casi lo único que se oye es el silencio.
El pueblo tiene tan solo 47 habitantes (lógicamente, en verano tiene más) pero a pesar de su tamaño cuenta con catedral, que bajo ningún concepto debe dejar de visitar (el claustro le dejará boquiabierto). No se vaya del villorrio sin visitar la Era de Vicen, museo naval y de modelismo en plena montaña.
Setenil de las Bodegas, Cádiz
Es más conocido que los anteriores porque es muy turístico pero tiene tanto encanto que no podíamos no incluirlo en esta lista. El adjetivo precioso se queda corto: forma parte de la ruta de los pueblos blancos de Cádiz y la naturaleza se ha encargado de darle esa fisionomía tan particular que es su mayor reclamo.
Hay calles enteras de casas integradas en la roca, un espectáculo visual. Por supuesto, si quiere otro espectáculo, este gustativo, párese en cualquier bar o restaurante.
PLAYAS – Las mejores playas de Cádiz que debes visitar.
Urueña, Valladolid
Su mayor foco de atención es que tiene más librerías casi que habitantes, pero este pueblo, en mitad de un páramo que corta la respiración por su inmensidad, es también precioso a nivel arquitectónico. Tranquilidad, muchas actividades culturales, librerías de todo tipo (de arte, de periodismo y fotografía, de cine…) e incluso dulces dedicados a las letras como el Dulce del Libro que se puede degustar en el mesón de la plaza.
Alcalá del Júcar, Albacete
Los forofos del pueblo de Frozen quedarán encantados con esta localidad que parece sacada de un cuento de hadas. Sus casas se han ajustado con los años a la forma de la ladera de la montaña, que está coronada por un castillo árabe con unas bonitas vistas. Este lugar cuenta también con una red de cuevas y es perfecto para practicar deportes de aventura.
A Guarda, Pontevedra
Es como un todo en uno en una única localización: si quieres playas, tienes playas (agua helada, eso sí); si quieres río, tienes río y sus múltiples posibilidades como el piragüismo. Si quieres vistas y castros celtas, tienes al lado el monte de Santa Tecla (que tienen sus propias fiestas).
En un salto de mata estás en Portugal (es limítrofe, solo le separa el río Miño). A Guarda es precioso, tiene un puerto maravilloso y la gastronomía es como toda la de la zona, una maravilla (la localidad es conocida por la calidad de sus langostas pero ya sabe, si el mes no lleva «r» no es buen mes para el marisco, dicen los oriundos).